viernes, 15 de marzo de 2013

Marzo, también con protestas.


"Las protestas, las respeto pero no comparto en absoluto sus argumentaciones. Mientras se desarrollen dentro de los cauces de la legalidad no tengo absolutamente nada que criticar, pero me llama extraordinariamente la atención el carácter extraordinariamente inmovilista de todos estos movimientos.

Todavía no he escuchado un solo argumento, que señale una vía alternativa de reforma, sea de la educación universitaria o no universitaria, que se proponga como contramodelo de las reformas", afirma el ministro.

Estas palabras fueron pronunciadas por el Ministro de Educación el día 11 de marzo en referencia a la huelga convocada para el día 14 de marzo.

Cierto es que desde la llegada al gobierno del ministro Wert se han realizado varias huelgas ya, pero, la otra vía que cabe esperar es la del diálogo con toda la comunidad educativa, ¿no? ¿Qué hacer entonces cuando los y las estudiantes no podemos participar en nuestra educación? No se nos deja opinar y se nos implantan reformas sin considerar si estamos de acuerdo o no.

La LOMCE y ahora también la llamada “Propuestas para la reforma y mejora de la calidad y eficiencia del sistema universitario español.” Son reformas en las que no se ha contado con los y las estudiantes por lo que, si no se nos escucha, si no se nos deja hablar, ¿cómo vamos a dar argumentos o a realizar nuestras propias propuestas?

FADAE siempre ha mantenido que para una educación de calidad, basada en igualdad, respeto y diálogo lo más importante es eso, el diálogo entre todas las personas que formamos la Comunidad Educativa. Escúchenos, señor Ministro, y ahí tendrá otra vía que no será realizar protestas.

Contar, también, que el día 12 de Marzo el Ministro se reunió con las CCAA para hablar de la reforma universitaria. Reforma en la que, entre otras cosas, la eliminación de las becas tal y como las conocemos y su sustitución por diferentes tipos de préstamos o la posibilidad de contratar catedráticos no funcionarios. Ya desde un principio esta reforma ha sido rechazada por sindicatos y, esencialmente, por los rectores de las universidades. ¿Escuchará el Ministro las opiniones de las propias Universidades?

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