La base de una buena sociedad democrática,
es la implicación de todos y todas, la participación. El asociacionismo es una
de las formas de poder intervenir, ya sea social, política o culturalmente. Las
asociaciones se crean para conseguir ciertos fines, representar de forma más
directa y ofrecer servicios a una parte o al conjunto de la ciudadanía.
Las asociaciones estudiantiles son
un modo de crear participación del alumnado en la Comunidad Educativa, y al
participar en una de ellas, empezamos a formar parte de una entidad legal que
representa a un grupo de estudiantes ante el Equipo Directivo del centro
educativo, la Administración, Consejos de Juventud y otras organizaciones.
Entre las funciones más importantes
que desempeñan las asociaciones estudiantiles, están la representación del
alumnado, información de temas que puedan afectar al mismo y la actuación, en
caso de ser necesaria. Para resultar más cercanos al resto de estudiantes,
quienes componen la agrupación pueden desarrollar servicios y actividades
lúdicas, de ocio, deportivas, solidarias, sociales y culturales (revistas,
cine-forum, teatro, radio…), entre otras. Esto crea un proceso creativo y
participativo en los y las jóvenes.
Así pues, crear una asociación en
un centro educativo es tener la posibilidad de participar en el funcionamiento
del mismo, y a su vez, una oportunidad para que sus participantes obtengan un
aprendizaje que puede condicionar sus actitudes y conductas posteriores, como
ciudadanos y ciudadanas de una sociedad.
Para emprender, aprender, para ser
escuchado y participar: ¡asóciate!
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